Sólo el 20% de los españoles confía en que la economía mejorará en 2022


Los efectos del virus se están dejando notar también en la economía en forma de un alza de precios que no se conocía en los últimos 30 años. De hecho, un 60% de las compañías está planteando subir sus precios de cara a 2022, según una encuesta reciente del Banco de Españaque prevé que el IPC vuelva a subir un 3,7% el año próximo. 

Ese aumento descontrolado de los precios, que los expertos no esperan que aminore al menos hasta la segunda mitad del año,
 no se corresponderá con la evolución de los salarios que salvo excepciones (funcionarios y algunas grandes empresas) apenas crecerán en el año que entra. Los impuestos tampoco ayudarán. 

La factura de la luz seguirá siendo la máxima culpable de esta espiral en vertical de los preciosPor mucho que el Gobierno se esfuerce en retorcer la estadística para convencer al ciudadano de que paga menos que en 2018, y pese a las sucesivas rebajas de impuestos y cargos que ha aprobado, los hogares y las compañías verán notablemente incrementado el recibo de la luz en 2022. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista en diciembre fue de 239,16 euros el megavatio/hora , seis veces más que en el mismo mes de 2020 , siendo el mes más caro de la historia y cerrando un año que también alcanzó el récord histórico. La media anual en 2021 fue de 111,4 euros por MWh, casi cuatro veces más que en 2020. 

El resultado es que un hogar medio ha tenido que afrontar una factura total de 949 euros en 2021, un 41% más elevada que lo que se pagó en 2020 y también superando ampliamente a la de 2018 que ostentaba el anterior récord, según la Organización de Consumidores y Usuarios.
El consenso de expertos augura que el recibo no aflojará al menos hasta la primavera que viene debido a los derechos de emisión de CO₂ y del precio del gas natural que continuarán su escalada. Muy pareja a esta subida estará la evolución de los combustibles. 

El gas natural también ha marcado máximos históricos en los mercados internacionales la pasada semana, alcanzando los 147,12 euros por megavatio hora en su entrega en enero de 2022.

La subida del precio de la luz y de las materias primas se ha trasladado a la cesta de la compra y productos básicos como la margarina o la pasta, que han subido más del 20% en el último año, y a la leche, los huevos o la carne de ternera, según la monitorización de la OCU. Como la electricidad es precisa en la fabricación de todos los productos, ir al hipermercado será más caro aún en 2022. Otro producto que aumentará su precio en 2022 será el tabaco, según la previsión del Ejecutivo que pretende recaudar un 5,5% más por los impuestos especiales. 

La hostelería sufre directamente las restricciones de ocupación por un lado, y el incremento de la luz y las materias primas por otro, que debe trasladar a sus precios como ya ha avisado la patronal Hostelería de España. Tomarse un pincho o una caña será más caro en 2022.Comprarse un coche se encarecerá en 2022, debido a la subida del Impuesto de Matriculaciónefectiva desde el 1 de eneropor lo que los automóviles subirán una media de entre 800 y 1.000 euros, según la patronal Faconauto. La escasez de microchips, que ha creado una bolsa de pedidos pendiente de entregar de 250.000 unidades, tampoco contribuirá a rebajar el precio. 

Además del vehículo privado, los transportes públicos tenderán a actualizar sus tarifas al alzaaunque la crisis por la pandemia contribuirá a moderar esas alzas. Renfe no ha hecho pública aún la actualización de tarifas de sus servicios regulados , aunque aumentan las quejas por el nuevo sistema de precios dinámicos del AVE, que solo son ventajosos si se sacan con mucha anterioridad. En las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, sin embargo, el metro y el autobús congelan sus precios o incluso los bajan para colectivos como los jubiladosCompañías como Digi o MásMóvil están desplazando año tras año a los tres grandes operadores . 

En los últimos meses ha habido encontronazos a cuenta de la armonización fiscal tanto entre autonomías como entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid. Mientras que el primero defiende homogeneizar los impuestos cedidos, la región de la capital es la que más uso ha hecho de la autonomía fiscal para bajar impuestos y se opone a una armonización al alza. Al mismo tiempo, se prevé que en 2022 continúe progresando la reforma del sistema de financiación autonómico, pendiente desde 2014. Los salarios no irán acompasados al ritmo de los precios. 

El Gobierno prevé que la remuneración de los asalariados a tiempo completo registre un incremento del 1,5% en el conjunto del 2022. Y pocas empresas han anunciado subidas para 2022 más allá de esa cifra, Para los que menos ganan, la mala noticia es que el Gobierno ha congelado el salario mínimo interprofesional en 965 euros, aunque con la promesa de subirlo a lo largo del año. 

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